La Peritonitis Infecciosa Felina (PIF) es una de las enfermedades más graves que pueden afectar a los gatos. Se trata de una condición viral causada por una mutación del coronavirus felino (FCoV), que puede pasar de ser inofensiva a letal. Aunque muchos gatos son portadores del virus sin enfermar, una pequeña proporción desarrolla esta forma agresiva de la enfermedad.
En esta guía te explicamos qué es el PIF, cómo se transmite, sus formas clínicas, cómo detectarla y qué opciones de tratamiento y prevención existen hoy en día.
¿Qué es el PIF? (Peritonitis Infecciosa Felina)
El PIF es una inflamación multisistémica producida por una mutación interna del coronavirus felino. Existen dos presentaciones clínicas:
PIF húmeda o efusiva
Se caracteriza por acumulación de líquido en cavidades del cuerpo, como el abdomen o el tórax. Los gatos muestran barriga hinchada, fiebre, pérdida de apetito y dificultad para respirar.
PIF seca o no efusiva
No hay acumulación de líquido. Los síntomas afectan principalmente a órganos internos como el hígado, riñones, ojos o sistema nervioso, provocando alteraciones oculares, neurológicas y pérdida de peso progresiva.
Transmisión y causas
- El FCoV se transmite de gato a gato, principalmente por contacto con heces contaminadas.
- La mutación que desencadena el PIF ocurre dentro del organismo del gato.
- El riesgo aumenta en gatos jóvenes, de razas puras o con sistemas inmunológicos debilitados.
- Ambientes estresantes, cambios bruscos o alta densidad de gatos elevan las posibilidades de desarrollo de PIF.
Signos clínicos más comunes
Los síntomas varían según el tipo de PIF:
Forma húmeda:
- Abdomen distendido (ascitis)
- Dificultad respiratoria
- Fiebre persistente
- Decaimiento general y pérdida de peso
- Ictericia (color amarillo en encías o piel)
Forma seca:
- Fiebre constante
- Síntomas neurológicos (temblores, descoordinación)
- Uveítis (inflamación ocular)
- Debilidad progresiva
- Cambios de comportamiento
Diagnóstico veterinario
Diagnosticar el PIF es complejo porque no existe una única prueba concluyente. Los veterinarios se basan en:
- Historia clínica del gato
- Ecografía y análisis de líquidos (en forma húmeda)
- Pruebas PCR, análisis de sangre y serologías
- Biopsias o histopatología en casos avanzados
El diagnóstico suele ser presuntivo, es decir, basado en la suma de indicios clínicos y resultados de laboratorio.
Tratamiento actual y pronóstico
- Sin tratamiento, el PIF es fatal en la mayoría de los casos.
- En los últimos años, antivirales como el GS‑441524 han mostrado alta eficacia para tratar el PIF, aunque su acceso legal aún es limitado en muchos países.
- Otros tratamientos son sintomáticos: manejo del dolor, hidratación, antiinflamatorios, soporte nutricional y control de infecciones secundarias.
El pronóstico mejora si se detecta a tiempo y si se tiene acceso a terapias antivirales. Sin tratamiento específico, la esperanza de vida suele ser de pocas semanas o meses.
Prevención del PIF
Aunque no se puede prevenir al 100 %, se pueden tomar medidas para reducir el riesgo:
- Mantener bandejas de arena limpias y separadas.
- Evitar el hacinamiento en hogares con muchos gatos.
- Reducir el estrés con entornos tranquilos y enriquecimiento ambiental.
- Vacunación: existe una vacuna intranasal, aunque su efectividad es limitada y no se recomienda para todos los gatos.
Preguntas frecuentes (FAQs)
1. ¿El PIF se contagia a humanos?
No. El PIF es una enfermedad específica de los gatos. No representa ningún riesgo para humanos.
2. ¿Todos los gatos con coronavirus felino desarrollan PIF?
No. La mayoría de los gatos infectados con FCoV no presenta síntomas o solo tiene diarrea leve. Solo un pequeño porcentaje desarrolla PIF.
3. ¿Qué gatos tienen más riesgo de padecer PIF?
Gatitos menores de dos años, gatos de raza pura y aquellos sometidos a situaciones de estrés intenso o con inmunodepresión.
4. ¿Puedo salvar a mi gato si tiene PIF?
Actualmente, el tratamiento con GS‑441524 ha logrado salvar muchos casos. Sin embargo, el pronóstico varía según el momento del diagnóstico y el acceso a tratamiento.
5. ¿Cómo diferenciar entre la forma húmeda y seca?
La forma húmeda causa líquido en el abdomen o tórax, visible al tacto o en ecografía. La seca afecta órganos sin acumulación de líquido.
6. ¿Qué debo hacer si sospecho que mi gato tiene PIF?
Llévalo al veterinario de inmediato. Un diagnóstico rápido mejora las probabilidades de éxito con tratamiento.
Conclusión
El PIF es una enfermedad compleja, dolorosa y de difícil manejo, pero con un diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado, hoy más gatos pueden tener una segunda oportunidad. La prevención, el control del estrés y la atención veterinaria oportuna siguen siendo las mejores herramientas para proteger la salud de tu felino.
